Cuando en la informática se mencionan hechos que atentan en contra del resguardo de la información comúnmente almacenada, administrada y visualizada por distintos medios, tanto informáticos, como tecnológicos, entre los primeros podemos mencionar a las computadoras como los elementos principales y entre los segundos cabe el mencionar los teléfonos celulares, cámaras digitales, Ipods, y cualquier otro tipo de dispositivo reproductor de videos u otros medios análogos.

Lo importante acá, es en sí, la presencia de algún medio (archivo digital) que pueda ser visto (reproducido), copiado (sustraído) por parte de personas NO autorizadas y que tales actos conlleven a un eventual daño o perjuicio en contra de un tercero; es un acto catalogado como un delito, al menos en lo que respecta al proyecto de ley interpuesto por mi persona ante la Asamble Legislativa de Costa Rica.

LEY COMPLETA: La misma contiene 32 artículos adaptados como un primer paso dentro de la legislación costarricense, adaptados originalmente de la ley de la República Bolivariana De Venezuela, ya que ésta es una de las mejores y más completas leyes creadas en contra de aquellas personas que se dedican a delinquir por medio del uso de una computadora, ya sea como un pasatiempo o como una práctica profesional de tiempo completo.

Lo más importante es elaborar una normativa que realmente cubra y sancione los diversos actos delictivos que realicen o pretendan realizar personas inescrupulosas, en detrimento de usuarios particulares, en donde se afectan tanto personas físicas como jurídicas y que en la actualidad muchos de esos delitos no están debidamente tipificados, existiendo por ende, una carencia o en otras palabras, una laguna jurídica en un área tan susceptible a causar daños “morales” a diversas personas, ya sea por el eventual daño de imagen ante la persepción pública, como por el robo de información o datos empresariales que puedan ser considerados delicados, ya sea para la empresa en sí o para la industria en general a la que ésta pertenezca.

Los delitos dentro de la rama de la informática, son sumamente vastos y extensos, no obstante, para que tengan una idea de aquello a lo que me refiero, solamente hablando con lo que respecta al ambiente de MS-Windows, los ciberdelincuentes cuentan con grandes bases de datos que almacenan de un modo muy complicado diversas herramientas diseñadas específicamente para atacar a ésta plataforma, tanto por medio directo (contacto personal), como por medio del uso de la internet, que de hecho es el medio mayormente utilizado por estos sujetos.

AMBIGÜEDAD. Ahora con lo que respecta a nuestro país, las normativas por sancionar estos tipos de conductas se encuentran amparadas en el código penal de un modo sumamente ambiguo, ya que en la práctica, estos sujetos hacen uso de diversos medios capaces de realizar el “trabajo sucio”, de un modo automático y sumamente sigiloso, logrando así crear cierto tipo de anonimato (obviamente a favor del ciberdelincuente), en dónde éste se oculta por distintos medios camuflajeado por la internet.

Una normativa jurídica no va a detener ésta tendencia delictiva; sin embargo, lo que sí se esperaría sería una disminución de éstas prácticas, ya que las personas que se dedican a ésto siempre atacan más de una vez y no solamente lo hacen con su víctima, sino que más bien, siempre van más allá, en busca de nuevas víctimas y aunque en ésta vida no se puede generalizar nada, al menos en relación con éste asunto sí cabe el uso de éste estereotipo.

Ya no queda otra cosa más que decir que los diputados ahora son las personas encargadas de darle vida a ésta normativa jurídica.

Con ello, los ciberdelincuentes quienes han estado un vasto tiempo sin restricción alguna (al menos en lo que respecta a la normativa rigurosa vigente en nuestro país), tendrán un límite mediante la aprobación de una ley que venga realmente a sancionar éstos tipos de delitos.